Se trata de una enfermedad en la cual la densidad y la calidad de los huesos están reducidas.

Como los huesos son más porosos y frágiles, el riesgo de fracturas está muy aumentado.

La pérdida de masa ósea ocurre en forma “silenciosa” y progresiva. A menudo no hay síntomas hasta que se produce la primera fractura. Las más comunes asociadas a la osteoporosis son las de muñeca, columna y cadera.  La incidencia de estas lesiones, particularmente en cadera y columna se incrementan con la edad, tanto en mujeres como en hombres.

Se trata de una enfermedad tratable que requiere cambios en el estilo de vida, ingesta adecuada de calcio y vitamina D, ejercicios físicos y medicamentos que aumentan la masa ósea y disminuyen el riesgo de futuras fracturas.

Prevención

    • Dieta rica en calcio: leche y derivados, legumbres, verduras y hortalizas, pescados y mariscos. Cantidad de calcio a ingerir por día: 1200 a 1400 mg. Evitar abuso de tabaco y alcohol.
    • Actividad física: La clave es evitar el sedentarismo. Se aconseja realizar una caminata no menor a veinte cuadras por día, comenzando por trechos cortos, con incrementos progresivos, siempre bajo la supervisión médica, de kinesiólogos o terapista físicos.
    • Sol: La piel forma vitamina D ante la exposición solar, la cual es de suma importancia para la buena absorción de calcio en el intestino. En primavera y verano se recomiendan exposiciones cortas, de 15 a 20 minutos, fuera de los horarios pico de radiación solar, y en otoño e invierno las exposiciones deben aumentarse.
    • Caídas: Se recomienda controlar el uso de medicación que pueda alterar los reflejos como tranquilizantes, hipotensores y otros. Evitar el uso dentro de la casa de alfombras y cables sueltos. Usar buena iluminación, agarraderas y antideslizantes en los baños.
    • Diagnóstico por Imágenes: La  Densitometría Ósea es el estudio que permite medir la densidad mineral ósea en los huesos (contenido de calcio) el cual no puede calcularse con una radiografía. Es un método simple, efectivo, rápido, no invasivo, e indoloro que utiliza una muy baja dosis de radiación. Una densitometría puede ayudar al médico a valorar qué riesgo existe de sufrir una fractura ósea en los próximos años. Los resultados se comparan con los de adultos jóvenes sanos (de 20 a 40 años) del mismo sexo (T-Score), y con los de personas sanas de la misma edad y sexo que el paciente estudiado.

En Argentina, para mujeres mayores de 50 años, existen estos casos: