Mito: Una mujer corre poco o ningún riesgo de cáncer de mama si no hay antecedentes de cáncer de mama.

Realidad: Más del 75% de las mujeres con cáncer de mama no tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Simplemente, el pertenecer al sexo femenino significa un riesgo para todas las mujeres.

Mito: El cáncer de mama no ocurre en mujeres jóvenes.

Realidad: El cáncer de mama es más común en mujeres mayores de 50 años, pero puede ocurrir en mujeres de todas las edades. INCLUYENDO EN EL EMBARAZO Y LACTANCIA.

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Mito: Las mujeres con mamas grandes corren más riesgo de presentar un cáncer de mama.

Realidad: El tamaño no tiene relación alguna con el riesgo. Sin embargo, a veces es más difícil examinar mamas grandes, porque hay más tejido para esconder un nódulo.

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Mito: La lactancia impide que se desarrolle un cáncer.

Realidad: El dar de lactar tiene muchos beneficios, pero reduce muy poco o nada el riesgo de cáncer de mama.

Mito: Un golpe en la mama puede causar un cáncer de mama.

Realidad: El cáncer no es causado por golpes. Sin embargo, cuando un cáncer ya se encuentra presente, con frecuencia se detecta, porque la mujer toca sus mamas después de sufrir un golpe.

Mito: Si el informe mamográfico es negativo, no hay que preocuparse más.

Realidad: Las mamografías no muestran del 10 al 15% de los cánceres de mama. en mujeres con mamas densas debe realizarse ademas una ecografia mamaria.

Mito: Las mamografías son dolorosas.

Realidad: Los mamógrafos modernos están diseñados para minimizar el grado de incomodidad, pero la compresión de la mama resulta esencial para las mamografías de alta calidad. Como las mamas pueden estar más sensibles dias antes o después de la menstruación, se puede programar el examen para otro momento.

Mito: Los antitranspirantes y los sostenes con alambre causan cáncer de mama.

Realidad: ningún estudio ha demostrado que la utilización de antitranspirantes o de algún tipo de sostén aumentan el riesgo de sufrir cáncer de mama.

Mito: Detectar el cáncer de mama significa perder un seno.

Realidad: En un momento determinado, la mastectomía se convirtió en la terapia estándar. Hoy en día, sin embargo, existe más de una opción. La combinación de cirugia conservadora (sólo una parte de la mama) y la radioterapia, es lo que se realiza con mayor frecuencia.

Mito: la mamografía produce cáncer de tiroides y te tienen que ofrecer un protector.

Realidad: La dosis de radiación a la tiroides a partir de una mamografía es muy baja. Además, la tiroides no está expuesta directamente al haz de rayos X , sólo recibe una pequeña cantidad de rayos X llamados “dispersos”, que es equivalente a sólo 30 minutos de radiación natural recibida por cualquier persona a partir de fuentes naturales. Por lo tanto no es obligatorio utilizar protector de tiroides durante la realización de la mamografía.

Mito: las punciones o Biopsias “despiertan un cancer dormido”.

Realidad: de ninguna manera es cierto.  Y la biopsia es sumamente necesaria pues es la manera de tener un diagnostico certero , para instaurar un tratamiento adecuado.

Mito: la mamografia puede romper los implantes mamarios.

Realidad: se puede hacer una mamografia con tranquilidad a mujeres con implantes, la presion producida es minima y no produce su ruptura. Además, se realizan proyecciones especiales que se llaman Eklund, desplazando el implante hacia atrás.