Es un trastorno exclusivo de mujeres en edad fértil, siendo una vez más, protagonistas en temas de salud.
En esta patología crónica pero benigna, un tejido llamado endometrio, que normalmente recubre el interior del útero, se aloja en otros órganos del cuerpo, principalmente de la pelvis y más frecuentemente en los ovarios y trompas de Falopio.
Este tejido se implanta por causas no del todo conocidas y responde a estímulos hormonales, de igual manera que el endometrio normal, engrosándose y sangrando de manera cíclica.
¿Qué síntomas produce?
Dependiendo de la localización y gravedad puede manifestarse con:
⁃ Fuertes dolores menstruales ⁃ Sangrados en las heces ⁃ Molestias al orinar
⁃ Sangrados irregulares y/o abundantes ⁃ Problemas en relación a la fertilidad
¿Quién puede padecerla?
Existen factores de riesgo entre los cuales encontramos:
⁃ Antecedentes familiares principalmente de madre o hermana ⁃ Ciclos menstruales cortos que duran menos de 25 días
⁃ Edad temprana de comienzo de las menstruaciones ⁃ No haber tenido hijos, entre otros.
¿Cómo se diagnostica?
Si presentás alguno de estos síntomas o signos deberías consultar a tu médico ginecólogo, él te hará una serie de preguntas, un examen físico y solicitará algunas pruebas de imagen que son indispensables para el diagnóstico.
Entre estas, la técnica de primera elección es la ecografía ginecológica, preferentemente por vía transvaginal. Es un estudio indoloro, sin radiación ionizante y de corta duración que permite detectar la patología en muchos casos y en otros sospecharla. Como segundo paso en el diagnóstico encontramos a la resonancia magnética de pelvis que permite detectar implantes endometriósicos más pequeños, incluso en otros órganos no visibles con la ecografía. La resonancia magnética tampoco implica radiación ionizante y es indolora.
En los casos en los que el principal problema es la infertilidad, se puede solicitar una histerosalpingografía. Es un estudio que si requiere radiación ionizante, y utiliza un medio de contraste que se aplica por vía vaginal. Sirve principalmente para evaluar si las trompas de Falopio pudieran estar afectadas por dicha condición. La histerosalpingografía se puede realizar con un equipo de rayos X o con un tomógrafo multislice a la que llamamos “histerosalpingografía virtual”.